jueves, 30 de septiembre de 2021

Verano del 92

Se oye un ruido. Es de noche, aún, o, al menos, el sol no se cuela entre las rendijas de las persianas. Ella está ahí. Su melena corta rubia, que ya ni siquiera llega a la nuca, nívea, a tu lado. Sus pies suaves rozan los tuyos. No entra luz de día pero hay un ruido, como un canto, una voz, que suena cerca. 

Intentas recordar el día. Hoy era jueves. Jueves, eso es. Y la miras a ella otra vez. Si duerme, te das otra vuelta. Pero otra vez esa voz, como de Campanilla, la pequeña hadita del cuento. Que dice 'Buenos días' en la oscuridad. ¿De dónde viene esa voz?

- Abuelo, ¡tas pierto!

Es un pequeño angelito rubio, con tirabuzones, que sube a la cama. Ha dicho 'abuelo', así que es de las nietas pequeñas. ¿las hijas de quién?

-¡Valentina! ¡Si estás despierta!

-Buenos días, Casilda...

-Buenos días, Obdulio. ¿Qué tal has dormido, corazón?

-Pues bien, muy bien.

-¿Te ha despertado la niña? Valentina, baja al suelo, princesa, vamos a ver si es hace bueno.

Y descubres, que cada día es exactamente igual que el anterior. ¿Es otoño? Otoño de 1992. Estás jubilado, así que no hay prisa por nada. Puedes despertarte y leer el periódico con el café. O puedes quedarte en la cama un rato más, a ver qué echan en la tele. 

Otra vez se cuela esa luz, pero ahora no hay ruido. Ella no está. Te levantas despacio, entre la realidad y la ensoñación, y se mueven las paredes. Hay luz, así que es de día, y estás bien. Es de día, ¿Qué día es? Y emprendes el camino por el pasillo, el reloj de cuco escupe las 11h. En la cocina, hay alboroto y movimiento, más que de costumbre. La tele está apagada. Casilda cocina algo en el horno. ¿Dónde diantres habrá puesto el mando? El mando de la tele. Hay mascarillas de quirófano colgadas en la cocina. Son azules, y sospecho que hay alguien en el hospital. 

-Vamos, Obdulio, que te pongo un cafelito y te tomas tus pastillas.

Casilda saca de una cajita pastillas de todos los colores. Hay una amarillo fosforito, como una luz intensa. Y luego hay otras redondas chiquititas, tan pequeñas, que podrían perderse en el suelo. Te las tomas. Ella sabe por qué te las da. Es verano de 1992 y nos queda tanto por hacer. La butaca está inestable. El calendario de enfrente pone 2021. Es otoño de 2021. No, hace calor. Es verano de 1992 y el lugar, es tu hogar.