lunes, 9 de mayo de 2016

Relojes lentos

Que el paso del tiempo se mida
por la ausencia de tus latidos en mi colchón
el sonido de la cerradura caída la tarde
el calor de tu cuerpo pegado al mío al dormir.

Que el paso del tiempo se desvanezca
en este "no tiempo",
el silencio de las mañanas
tu olor en la almohada.

Y con estos relojes lentos
me fundo en este limbo
en las horas eternas
esperando
tu cuerpo.


sábado, 7 de mayo de 2016

Abril

Abril se antojaba como una sucesión de puntos en el mapa. Una red personal de carreteras que recorreríamos, con nuestra conversación de fondo, por el sur y el norte de la geografía española.
El sueño de viajar.
El sonido monótono de carreteras de banda sonora, bajo nuestras palabras incesantes. Sol y lluvia. Cielos diversos.
Poco a poco me voy conviertiendo en coleccionista de recuerdos. Apenas unas polaroid de memorias que bien retraten lo que ha sido este abril:
Dos copas de champagne ancladas en una calita semidesierta, arena oscura, cielo despejado, bañador.
El sol de mediodía en las tumbonas, una infinity pool, y en el horizonte, infinito atlántico. TÚ.
El viento del Teide despeinándome los rizos
El sabor del mojo picón y el café de luego, preparado "al gusto" para tumbarnos al sol.
Agarrarme fuerte a tu torso y "despegar" en la moto. A veces para comer fuera solos. A veces para escapar juntos, a casa, o a ningún lugar.
Dos copas "globo" de vino. El aire fresco de Navarra. Pintxo de tortilla para la señorita vegetariana.
Bilbao gris, la zona industrial vista bajo el río. La lluvia desagradable que no se agita con los pasos de unas zapatillas que se resisten a rendirse. Felices reencuentros.
Tu sonrisa perfecta
Tu manera de enredar en la cama esperando una lluvia de besos que te despierte
La luz de una vela que se resiste a extinguirse, como abril, que no quería dejar pasar al resto de hojas del cuento.