Ayer nos dejaba Teo, mi jefe desde que entré en Ferrovial Construcción en 2016 hasta la pasada primavera, cuando hubo un cambio organizativo y cambió de Dirección (y yo de jefe). Hoy quería recuperar su última despedida. Porque me parece que es la mejor del mejor. Descansa en paz, jefe.
Hola Irene,
Te confieso que te has
adelantado porque tenía pensado escribirte este mail de “hasta pronto” pero con
calma, en este puente largo, sin trabajo de por medio…
Aún me acuerdo la
primera vez que te ví cuando hicimos las entrevistas para sustituir a Gemma:
entusiasta y segura de ti misma. Eso fue lo que pensé. Lo que me transmitiste…
y quizás hasta me dio un poco de miedo o vértigo – en el buen sentido: volver a
empezar!!
Es cierto que hemos
construido muchas cosas juntos y el trabajo queda ahí pero, por mi parte, sí
creo que debo dar un paso atrás y dejar a nueva gente crear cosas que, sin
duda, con tu ayuda, será fácil. Uno de mis poemas favoritos es de León
Felipe “Romero sólo en la vida” y dice algo así como
Que
no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo,
pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero,
ligero, siempre ligero
Y así trato de pasar.
Sin demasiado ruido y como si siempre fuera la primera vez que hago algo.
Para mí han sido 5 años
ya de INNOVATE, de publicación, de web y… como te decía, hay que dar paso a
sangre fresca, con nuevas ideas y con entusiasmo para seguir comenzando cada
nuevo día. Te aseguro que lo echaré de menos porque tiene una parte
creativa que ¡me encanta! y, las reuniones del “comité de redacción” en las
que, al final, siempre conseguimos “echar unas risas” y hacer del trabajo ( con
todo el esfuerzo que lleva detrás para quienes lo hacéis realidad) un rato
agradable.
La historia y los hechos
quedan ahí, cada una de las entrevistas, las reuniones, los
mails, las redacciones, las fotos…los vídeos y las ideas para los premios INNOVATE.
En definitiva, ha merecido la pena y mucho.
Te doy las gracias de
corazón por haberlo hecho fácil. Por la discreción y el mínimo ruido para sacar
cada número, entrevistar cada persona ( cuyo corazoncito te has ido también
ganando y a las pruebas me remito: ya tienes tu círculo innovador de confianza)
y por dármelo todo “masticadito” para que sólo tuviera que poner un pequeño “tick
in the box”. Supongo que esto es lo que llaman complicidad.
No es una despedida
porque seguimos trabajando al ladito ( ahora en la distancia) y porque me
tienes para lo que necesites, personal y profesionalmente. Eso sí, no te
perdonaré el que no me vayas actualizando cómo crecen tus criaturitas y sus
aventuras del día a día. . Las he visto nacer y espero verlas llegar muy alto.
Sinceramente, gracias
por todo!!!... y perdón por todo lo que haya dejado de hacer o no haya hecho
bien: estoy seguro de que hay mucho que puede hacer mejor.
Un beso.