domingo, 13 de enero de 2013

Him

Se sentó al borde de la cama y marcó de nuevo el número. Mientras acercaba el pulgar a la tecla de llamada, con la otra mano acariciaba suavemente el torso desnudo de la chica que yacía desnuda en su cama. Ella se giró lentamente para darle la espalda, arrastrando consigo las sábanas blancas que apenas le cubrían de cintura para abajo. Él se levantó con el teléfono en la mano para abrir una cortina y salió de la habitación.
- Hola
- Ya estabas tardando en llamarme... - le reclamó la voz del otro lado del hilo
-Si.. perdona. He estado bastante liado, al final salimos anoche, ya sabes cómo son estos, y bueno, total, he pensado que dejarme dormir un domingo tampoco sería tan grave. ¿Cómo estás?
- Esperaba que llegaras para traer el desayuno...
- Se me han complicado algo las cosas...
Se interrumpió. La chica que había dormido con él se había levantado y paseaba desnuda hacia él...
- Buenos días, rey- le susurró al oido mientras pegaba su cuerpo al de él
- Espérame en la cama- contestó, apartándose el móvil de la boca y mordiéndole el labio- voy enseguida. Ya sabes, negocios...

sábado, 12 de enero de 2013

El lado débil de la cama

Será que siempre suenan acordes desafinados. Melodías de reencuentro, frío hasta en los huesos, Madrid sin ti. Otro tono rojo, otra cafetería, tu sonrisa frente a la mía. Sentirte tan cerca y saber que te vas, y me reflejo en el cristal de mi vaso, mientras rebotan y se hacen eco tus palabras, como una canción susurrada en el oído.
Un candado sin llave, dos historias sin miedos, huérfanos de cordura, antagonistas del silencio. Escondemos heridas que se baten en duelos, a corazón abierto.
Y entre "él" y "ella" cruzamos miradas, cómplices del mismo juego, echando globos a volar lejos, como si, por un momento, todo desapareciera en un inmenso infinito. Las palabras que desprende tu boca que narran mi historia.
Con la cucharilla pesco la espuma del poco batido que queda. Dejas el tenedor apoyado sobre el plato. Ella se va de tu cama. Quiero que vuelva, ya ni lo quiero. Tejemos los "quizás" bajo las luces, sabiendo que los desgarraremos en lo oscuro. Y ni "ella" ni "él" saben que tú y yo les pensamos, a veces, de vez en cuando en una cafetería cualquiera, en un reencuentro cualquiera, bajo las lámparas rojas, con batidos y crêpes.


domingo, 6 de enero de 2013

Regalos

No hablemos de política.
Hoy las cajas de cartón colapsan las papeleras de reciclaje azul. Las sonrisas inundan calles y parques de Madrid. El frío apenas se siente porque los rayos de sol alumbran hasta los lugares más recónditos y sombríos.
Jugar. A veces nos olvidamos de la ilusión al desgarrar con furia los regalos que yacen bajo el árbol. Nos olvidamos de aquella pervertida inocencia de creer en unos seres maravillosos que desfilan por treinta ciudades españolas a la misma vez y que van a todas las casas de todos los niños españoles y, cuidadosamente, depositan los regalos en silencio a cambio de unos pocos dulces.
Soñar parece tan fácil... Construir castillos e historias, princesas insalvables, mundos de buenos y malos, curas a todo tipo de enfermedad y maleficio, felicidad tan solo al alcance de la imaginación...
Deberíamos aprender de los más pequeños...
Que el chocolate sea el antídoto
Que la risa venza obstáculos
Que los ojos no dejen de brillar, que los problemas se borren tras las lágrimas
Que los lazos vuelen, que las melenas se alboroten y se despeinen
Que lo "correcto" sea que la nata se asome a borbotones de los labios
Que se encienda una estrella, por tí, por mí...